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Concello de Vilamartín de Valdeorras
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Buenos buenísimos días chic@s:

           Hoy empieza mi segundo día de entrenamiento después de estar un mes parada.   El motivo no fue otro que el someterme  a una operación el pasado día 4 de abril para quitarme dos miomas de casi 8 y 4 centímetros. Los tenía desde hacía 4 años, pero sólo en los últimos dos, empezaron a crecer y a condicionar mi vida deportiva.

Regreso a la rutina

 

            El porqué de que hoy os hable de este tema, es porque lo veo  importante en la vida de la mujer. Un “problema” que nos afecta a más de las que nos pensamos y si con mi “post” alguna de vosotras os sentís identificadas y podéis sacar o aclarar con ello alguna por mínima que sea de vuestras dudas respecto al tema, ya me sentiría satisfecha.

 

            Soy consciente de que  la decisión de operarme, no la tuve que aplazar tanto, pero una nunca encuentra el momento de parar por no fallar a su calendario deportivo, hasta que el momento te encuentra a ti… Es sólo y a toro pasado cuando te das cuenta de que el aplazar en el tiempo algo que has de hacer si o si, es: “tontería”.

           Así que chicas, sólo os puedo decir que cuando algún contratiempo aparezca en vuestras vidas, debemos afrontarlo con determinación, lo más fuertes de mente posibles y con una actitud positiva, porque ayuda y mucho.

          Para todas aquellas que no estéis al corriente, he de informaros de que este “mal menor” nos afecta a una de cada 5 mujeres en edad fértil, así que cuatro de vosotras, podéis estar tranquilas, ya pasé yo  el trago 😉 (es broma).

          Considero a los miomas un “mal menor”, debido a que pese a ser tumores y esta palabra siempre la tratamos con mucho respeto, sólo un 0,5% de estos, se convierten en malignos, por lo tanto, la inmensa mayoría: SON BENIGNOS.

           No pretendo hacerme la fuerte delante de tod@s vosotr@s, pero he de reconocer que la sensación de “miedo” ante esta situación nunca se apoderó de mí. Quizás en algún momento determinado, una  sienta respeto ante lo desconocido pero… tuve la inmensa suerte de rodearme de  familia, amig@s  y de unos ginecólogos que valen más que su peso en oro que me dieron todas las explicaciones necesarias de lo que tenía y de cómo iba a ser la operación. Todo esto, me aportó una tranquilad inmensa. Gracias.

           No, no fue fácil obviar  las molestias en los entrenamientos durante estos últimos meses y en las últimas competiciones. También he de  reconocer que mi cabeza no fue lo suficientemente fuerte en esos momentos para dejar al margen de la competición a lo que paralelamente sabía que se acercaba, pero lo intenté. Como bien vienen diciendo muchos de los lemas con los que se caracteriza la nueva campaña de ASICS, se puede decir que más o menos yo también: “Estoy hecha de horas de entrenamiento y superación ante las adversidades, no sólo de  los instantes de gloria”, así que supongo que ya deducís en que fase me encuentro en estos momentos y que esta adversidad no va a frenarme ante los próximos objetivos.

            El día 12 de este mes tengo la última revisión tras la operación y he de confesaros que relativamente podría calificar todo el proceso como una vivencia enriquecedora personalmente.

            Fue la primera vez en mi vida: que ingresé en un Hospital, que entré en un quirófano ni más ni menos que casi 5 horas, que me suministraban anestesia general, que aunque muy “discretamente”,  perforaron mi zona pélvica y abdominal mediante laparoscopia (con tanto mimo que pasado un mes apenas se nota), la primera vez que entré en una unidad de reanimación postquirúrgica durante unas 24h, la primera vez que el sueño me vencía con una facilidad abrumadora, la primera vez que tenía que pensar más de dos veces donde estaba y el porqué, la primera vez que dependía al 100% de otras personas, y la primera vez que me sentí débil, débil físicamente supongo que por la sangre que se pierde en este tipo de operaciones.

            Pero pese a esta situación que parece horrible en un principio, os he de confesar que realmente fue increíble y preciosa.

            Poder vivir “in-situ” como trabajan en “silencio” todos estos profesionales que no tienen alas pero velan por nuestra salud como si de ángeles se tratasen, es alucinante!.Aunque creo recordar que tuvimos banda musical como compañera de viaje durante la cirugía, 😉

            La única pena, es que llegado un momento del  “protocolo” a seguir, una vez dentro del quirófano,  rodeada por personas encantadoras de las cuales algunas me conocen desde pequeña y  pese a mi sensación de nerviosismo interior el cual intenté que no aflorase en ningún momento, y mi negativa de no dormirme embriagada por la inquietante curiosidad de querer ver todo lo que sucedía a mi alrededor, no me quedó otra opción que sucumbir ante los encantos de la dulce anestesia… tan placentera como si del mejor sueño se tratase, lo que ocasionó el perderme lo mejor de todo, el “punto cenit”: la operación . 

            La frase apropiada no es, “que es una experiencia que os recomiendo que viváis a todas para nada, está claro “, pero que si no os queda otra opción y tenéis que pasar por ella, no le temáis y optéis por llevarla de la mejor manera posible y sobretodo que no os dejéis invadir nunca por el miedo, porque de nada nos va a servir. En la vida tenemos que ser conscientes de nuestras virtudes y potenciarlas, pero también de nuestras carencias, limitaciones y  “problemas”, y cuando estos  tienen solución y existen expertos que los puedan tratar, nunca los debemos de ver como tal.

            Quizás por el hecho de haber intentado ser profesional en todo lo que me he propuesto, sea debido a que cuando he de dejar algo mío a lo que yo no llego, en manos de otras personas expertas en dicha materia, confío al 120% en ell@s y eso me llena de tranquilidad. Y sois vosotras con las personas que me gusta trabajar, con las que quiero compartir mi vida y a las que les estoy eternamente agradecida por todo el trabajo que llevan a cabo conmigo y con mucha gente más, día a día. Sois vosotr@s, las personas que aunque trabajéis “en la sombra” muchas veces, y no se os reconozca el trabajo que hacéis todo lo a menudo que merecéis, personalmente sé que todos nosotros, los que pasamos por vuestras manos, os debemos un poquito. 

             Así que gracias chic@s: por esas sonrisas que nunca vi a media asta, por esa caricia en  la mano con sabor a hogar, por esa gracia y alegría con la que bailáis las baladas mas tristes, por esa manera de “acomodarnos” ante una de las películas menos apreciadas de nuestra filmoteca personal, por esas palabras de cariño, por darnos un aliento en el camino…… porque por esto y  por muchos más de los sentimientos que me llevo, conseguís que lo difícil acabe siendo fácil, muy fácil. ( En agradecimiento a todo el personal de Hospital Comarcal de O Barco de Valdeorras y en  apoyo a la plataforma para defender la Sanidad Pública).

 

              Retomando el tema y una vez dada de alta, he de deciros que la mejoría día a día de este tipo de operaciones es increíble. El mismo día de subir a la habitación ya puede caminar; a los cuatro día ya anduve 8 kmts despacito y con cuidado, pero anduve;  a la semana prácticamente ya te vales por tí mismo para casi todo; a las dos semanas ya pude dormir de lado; a las tres ya dormí por fin boca abajo; y al mes y un día, es decir hoy, ya corrí una recta de 100 mtrs y recuperaba unos 50 mtrs andando durante 8 veces+ 4×300 mtrs de carrera muuuyyyy suave en hierba para amortiguar lo máximo posible el impacto.

              A todo esto he de añadirle que prácticamente desde la primera semana:

 

                        *Hice un trabajo progresivo, intensivo y acorde a mis limitaciones en cada momento de hipopresivos para reforzar toda la zona de la faja abdomino-perineal, pautados y recomendados por mi gran amiga, familiar y fisioterapeuta Vanessa Platas López.

                        *Que me he suplementado con hierro, acido fólico y vitamina b-12 para recuperar mis valores iniciales (en fase de)

                        *Que me traté “visceralmente” con mi gran amigo y “fisio” Tomás Sánchez, al que aún tengo que volver ya que tras una operación de este tipo “ha de ir más suave en su trabajo que de lo normal”..

                        * Y que en el apartado homeopático una vez más, me dejé asesorar por otro gran amigo, fisio, homeópata y osteópata  en mi recuperación interior  con “zing” y “árnica montana 30ch” ( para el dolor post-operatorio y la recuperación de las pérdidas por hemorragia).

             Ante todos vosotr@s me quito el sombrero chic@s, grandes  a más no poder!

sesión de estiramiento

          

 

              Sin más “Niñer@s”, esto va siendo todo por ahora. Deciros a tod@s las que queráis empezar a introduciros en el mundo running, que el tipo de entrenamiento que yo estoy haciendo en estos momentos es el ideal: empezad andando durante un tiempo prudencial en el que sintáis que ya asimiláis la fatiga del caminar e ir introduciendo poco a poco y alternando en tiempos cortos la carrera con el caminar, hasta que llegue un día que ya consigáis empezar el entrenamiento corriendo hasta que lo terminéis de la misma manera. No os olvidéis de escuchar al cuerpo, porque este es muy sabio y siempre será el, el que marque vuestras pautas.

Estiramientos con ayuda de toalla

 

                 Lo ideal? Complementar la carrera con una tabla de ejercicios para fortalecer un poco todas las zonas musculares, porque no existe mejor: faja, ni rodillera, ni muslera que la nuestra propia, así que a tonificaros y después de cada rodajito de carrera una buena tabla de estiramientos también os ayudará a dejar preparada la musculatura de cara al día siguiente.

Tabla de estiramientos básica.

           Hasta la próxima chic@s! 

 

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