♥ Cuentan las mejores leyendas del Camino de Santiago de invierno, que estas son narradas en Valdeorras!
♥ No porque sean distintas a las demás, sino porque cuando entras en esta Comarca ante la grandeza de su entorno y parajes la sugestión es tal, que sientes estar dentro de una de ellas!
♥ Galicia rural cuanto haces añorarte cuando no se te tiene y cuanto se te disfruta cuando en ti estoy!
♥ Y es que Galicia es lo que leéis a continuación y cada uno de nosotr@s estamos formados “por pedacitos” de ella: “me guardáis el secreto?”.
♥ Así es ella y así nos identificamos much@s!!
♥ Volver a ti, es siempre….volver a nuestro mas yo: escucharnos, sentirnos, disfrutarnos.
♥ Que el viaje, nunca quede huérfano en el camino, que sirva para vaciaros de todo lo malo y llenaros de lo que mas hayáis añorado.
⇒ “Lo confieso, a veces se me oscurece el alma de lluvia. Puedo incluso ponértelo difícil por las mañanas y hasta dejo que caigan las hojas arrastrando recuerdos. A veces dejo que el sol ilumine mi escenario,
que salgan a pasear los colores, que podamos sentir su calor y llenar las calles de alegría. ¿La ilusión no dura mucho, verdad? Si, soy yo, lo confieso.
⇒ Reconozco que poseo la naturaleza del recuerdo. Vivo en el rincón de tu memoria, y en realidad siento cuando creo que recuerdo. Soy lágrima cuando estás lejos. Sí, le has puesto nombre a eso. Soy yo, lo confieso.
⇒ A veces me dejo llevar tanto por mis sentimientos que soy peligrosa hasta para quien más quiero. Tengo el alma tan grande que a veces me desborda. Soy así. Me siento presa de mis propios hechizos y me escondo en noches oscuras, en puentes de piedra, en rincones perdidos. Me divierto bajando ríos de aguas caudalosas y dejo que se pierdan en el mar las esencias de mi alma, dejándolo con un sentir más mío. Soy naturaleza, pazos, pradera y musgo. Me convierto en gaviotas para verme de lejos y en piedras antiguas para sentirte cerca. Me pierdo en el bosque. Sé vivir el silencio. Lo confieso, soy yo quien maneja tus tiempos.
⇒ Mi alma tiene lugares recónditos que todavía desconozco. Tengo casas rurales que viven en el tiempo, rías que guardan tesoros, calas escondidas y estoy tan desnuda de gentío que soy sustancia para el alma de quien me visita. Sé que quien no me busca no me encuentra porque quien no me busca ya me tiene. Lo confieso, vivo en el alma de la gente.
⇒ Hago de la nostalgia mi risa y llevo dentro la alegría. Puedo parecer una contradicción pero soy así y lo confieso, soy lo contrario al ruido, un momento de sosiego. No he conseguido nunca parecerme a los demás, tampoco he querido hacerlo. Sé que no poseo más que mis propias sensaciones. No hablo el idioma de la realidad porque amo lo auténtico. Soy lentitud y calma, intimidad y sosiego. No me gusta la prisa, lo confieso.
⇒ Me gusta tanto estar sola que lo material me es inútil, en eso me he alejado de los hombres acercándome a ellos. Sé que necesito a la gente para soñarme compartida. Me sueño en caminos infinitos, guardo piedras romanas en bosques insondables. Soy murallas en el tiempo y he seguido los pasos a civilizaciones perdidas, mi piel es de hórreos, cruceiros, ermitas.
⇒ ¿Sabes? Hay noches que hago fiestas con los ojos cerrados. Lo confieso, cada cierto tiempo te necesito cerca, entonces soy los caminos del mundo, la amabilidad en el viaje, la acogida de una puerta abierta, una luz en la ventana, uno más en la mesa, otra copa de vino. Mis pasos han sido lentos y dormidos. Siempre he opinado que mi virtud era sólo conocerme a mi misma. He vivido tanto la libertad en mi posibilidad de aislamiento, que a veces, casi he llegado a sentir que compartirme no era necesario. Pero hoy no. Hoy voy a dejarme ver.
⇒ Galicia, ¿me guardas el secreto?””
♥♥♥♥♥ Fotos: Álvaro Jiménez ♥♥♥♥♥